BIOGRAFIA:
Buenaventura Luna, nombre artístico de Eusebio de Jesús Dojorti (1906 Huaco (San Juan), Argentina-1955) fue un periodista, músico, compositor, poeta, libretista y conductor de radio, y político argentino, de gran influencia en la música folklórica de Argentina. En la década de 1930 dirigió varios grupos musicales folklóricos, entre ellos La Tropilla de Huachi Pampa, uno de los primeros en tener éxito masivo, integrado entre otros por Antonio Tormo y Diego Manuel Canales. A fines de la década de 1930 condujo El fogón de los arrieros, el primer programa radial de música folklórica de alcance nacional. Entre sus canciones más conocidas se encuentran "Zamba de la toldería" (con Oscar Valles y Fernando Portal) y "Vallecito". Su obra cumbre ha sido considerada Sentencias del Tata Viejo.
Nació el 19 de enero de 1906 en Huaco, una pequeña población del departamento de Jáchal, en la provincia de San Juan. Su padre, Ricardo Dojorti, fue el primer intendente de Jáchal, y un permanente luchador para que el ferrocarril llegase a esa localidad del norte sanjuanino.
Realizó sus estudios en la escuela primaria Nº 26 de Huaco (hoy Dr. Federico Cantoni) y luego se muda a San José de Jáchal para concluir los estudios secundarios en la escuela Normal Fray Justo Santa María de Oro.
Empezó a escribir muy joven adoptando el seudónimo de Buenaventura Luna, un hombre que trabajaba en los campos que su familia tenía en Huaco y que pasaba largas horas relatándole hechos de la vida del pueblo. Comenzó a militar en política en la Unión Cívica Radical Bloquista, liderada por los hermanos Cantoni, una de las expresiones políticas que impulsaban las conquistas sociales más avanzadas de la época. Pero cuando Federico Cantoni reafirma su lazo con los conservadores para combatir al irigoyenismo, Dojorti plantea que es necesaria una reorganización partidaria. Como esto no ocurre, Eusebio se propone combatir al cantonismo desde el periódico La Montaña. Debido a la posición crítica hacia el gobierno provincial, Cantoni mandó cerrar el diario y encarcelar a Dojorti y sus principales editores en mayo de 1932. Fueron enviados a la cárcel cordillerana de Tamberías (Calingasta), y allí permanecieron engrillados, poco alimentados y mal abrigados durante 77 días. En agosto de ese mismo año, lograron fugarse gracias a los oficios del soldado Rodolfo Flores, quien había sido mozo de cuadra en la finca de su padre: luego de andar perseguidos por los caminos de montaña lograron llegar a la finca del Yaguaraz, en tierras mendocinas. Regresó a San Juan en 1933, y allí fundó la "Unión Regional Intransigente", una federación de partidos regionales que buscaba potenciar el federalismo y para el cual escribió un muy interesante Manifiesto inaugural. Cuando fracasó su intento de alcanzar un escaño como diputado por la "Unión Regional Intransigente", Dojorti abandonó la militancia política para dedicarse a la música y al periodismo. Luego de que Juan D. Perón fuera elegido Presidente de la Nación en 1946, se afilió al Partido Peronista.
Hacia 1935 había organizado un programa en en radio Graffígna (hoy radio Colón) de San Juan, llamado Zafarrancho vocal, donde difundía poesías y las interpretaciones del dúo Tormo–Canale (Antonio Tormo y Diego Canales).[1]
Compuso gran cantidad de canciones folklóricas y dirigió varios grupos musicales folklóricos, entre ellos La Tropilla de Huachi Pampa, uno de los primeros en tener éxito masivo, intergrado entre otros por Antonio Tormo y Diego Canales. A fines de la década de 1930 condujo El fogón de los arrieros, en Radio El Mundo de Buenos Aires, el primer programa radial de música folklórica de alcance nacional.
En 1949 concibió el proyecto de realizar una “antología bárbara” musical que rescatara y difundiera “el canto perdido en las tradiciones argentinas”. Al reivindicar "lo bárbaro", Luna se oponía a la dualidad "civilización o barbarie" que estaleció Domingo F. Sarmiento, aceptada como un principio básico de la cultura oficial argentina, incluyendo en la noción de "barbarie" a la cultura folklórica, en su sentido de "saber del pueblo", como la cultura gauchesca. Buenaventura Luna concretó su proyecto en un programa de radio llamado El canto perdido, que fue transmitido en 1949 por Radio Belgrano, en interpretado por el grupo Los Manseros de Tulum.
FALLECIMIENTO.
Falleció el 29 de julio de 1955 a los 49 años a causa de cáncer de laringe, que le había hecho prácticamente perder la voz. Al fallecer su cuerpo ue cubierto con su poncho y ubicado inicialmente en el panteón de SADAIC del cementerio de la Chacarita, en Buenos Aires. En su entierro, el dúo Alfonso y Zabala tocaron una tonada. En 1956 se cumplió su deseo de se enterrado al pie de un algarrobo en su pueblo, Huaco, donde se encuentra su tumba.[1]
Todos los 29 de julio, los estudiantes del pueblo realizan una guardia y los cantores llegan hasta el lugar para cantar y bailar al pie de su tumba.
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